Vistas de página en total

miércoles, 7 de septiembre de 2011

mi cuarto huele a brocoli


















recien empezo a escribir,considero innecesario el hecho que alguien le tome importancia,si es asi no esperen mucho porque no tengo mucha lista de palabras complicadas en mi lexico lo que no me haria buena escritora.
empeze a usar esto a falta de papel y lapicero y se me hace mas comodo apretar teclas,claro que jamas se veria como cuando estan impregnadas en un papel con tinta y  tengo esa frustracion de no conseguir papel sucio con una pluma magica,triste no lo se.


La desdicha es muy variada. La desgracia cunde multiforme en la tierra. Desplegada por el ancho horizonte, como 

el arco iris, sus colores son tan variados como los de éste, a la vez tan distintos y tan íntimamente unidos. 
¡Desplegada por el ancho horizonte como el arco iris! ¿Cómo es que de la belleza ha derivado un tipo de fealdad; de la alianza y la paz, un símil del dolor? Igual que en la ética el mal es consecuencia del bien, en realidad de la alegría nace la tristeza. 
Fiel a su propio carácter, mi trastorno se recreaba en los cambios de menor importancia, pero más llamativos, producidos en la constitución física de Berenice, en la extraña y espantosa deformación de su identidad personal.
En los días más brillantes de su belleza incomparable no la amé. En la extraña anomalía de mi existencia, mis sentimientos nunca venían del corazón, y mis pasiones siempre venían de la mente. En los brumosos amaneceres, en las sombras entrelazadas del bosque al mediodía y en el silencio de mi biblioteca por la noche ella había flotado ante mis ojos, y yo la había visto, no como la Berenice viva y palpitante, sino como la Berenice de un sueño; no como una moradora de la tierra, sino como su abstracción; no como algo para admirar, sino para analizar; no como un objeto de amor, sino como tema de la más abstrusa aunque inconexa especulación. Y ahora, ahora temblaba en su presencia y palidecía cuando se acercaba; sin embargo, lamentando amargamente su decadencia y su ruina, recordé que me había amado mucho tiempo
                   Edgar Allan Poe

No hay comentarios:

Publicar un comentario